En enero de 2023 Nottingham, en Reino Unido, comenzó a probar el sistema llamado Carga Inalámbrica para Taxis Eléctricos (WiCET), que pasa la corriente desde una plataforma cuadrada incrustada en el suelo a una segunda plataforma conectada a la parte inferior del vehículo.
Ahora dos empresas se han unido para aplicar la misma tecnología en Austria. El taxista no tiene que bajarse del vehículo. No hay cables. A la recarga no le afecta la lluvia, ni la nieve. La tecnología de la empresa easylink/Keba obliga a transformar el vehículo, como sucede la recarga inductiva, pero no se necesita estacionar de manera milimétrica sobre el punto de recarga para obtener la máxima eficiencia. Lo llaman «Matrix Charging», y consiste en una placa cuadrada llena de elementos metálicos de contacto. Desde la parte inferior del vehículo, un pedúnculo desciende sobre la placa y cierra el circuito para que se inicie la recarga de la batería.
Recarga de hasta 100 kW
Según sus creadores pueden proporcionar recargas a 22 kW en alterna o a 50 kW en continua. La potencia puede duplicarse en caso de coches dotados de sistemas eléctricos a 800 voltios, hasta los 100 kW. La placa de recarga soporta un peso de 2.500 kilos y previsiblemente se enterrarán en el asfalto para quedar enrasadas con éste. En este caso, la conexión con el punto de suministro también deberá quedar bajo el firme.
A lo largo del año 2024, algo más un centenar de taxis realizarán pruebas para validar el sistema para eTaxi, por ahora con Ioniq 5 y Volkswagen ID.4. Sus creadores declaran tener un coste muy bajo si se compara con los sistemas inductivos y que su mecanismo de recarga se puede adaptar al 90% de los modelos eléctricos actuales.
Para implementar un estándar global Matrix Charging®, Easelink trabaja con empresas automotrices y proveedores líderes a nivel internacional. Ciudades como Viena y Graz ya confían en esta tecnología con el proyecto eTaxi, que convence especialmente por su alta eficiencia, robustez y bajos costes de fabricación.