Austria tendrá que cambiar sus taxis a eléctricos este año 2024, por lo que dos empresas apuestan por una solución de recarga en las paradas en las que el taxista ni siquiera tiene que bajarse del vehículo.

En Austria, donde el 90% de los taxis son diésel, tienen un año para cambiar todos los vehículos a «cero emisiones».

De poco sirvieron las subvenciones de 8.000 euros que se iniciaron en 2016 durante tres años para arrancar la reconversión. No había suficiente oferta de modelos, pero ahora que la hay, el escollo está en los puntos de recarga para los taxis.

Solución de recarga inalámbrica

Tanto las autoridades estatales como locales tenían claro que establecer puntos de recarga era una prioridad. Un taxi en ciudad recorre unos 150 a 200 km diarios y siempre debe disponer de suficiente batería como para no afectar a la velocidad o alcance posible en cada carrera.