Luisa Bonilla, nos comparte su visión de UITP: “el reto es lograr que los operadores y concesionarios, puedan ver que el transporte público es más, mucho más que conducir una unidad, es acompañarlo en este proceso de modernización y profesionalización que se está viviendo postpandemia -aunque esta no ha terminado-, compartiendo con ellos experiencias exitosas y otras que no las han sido”.

Directora de la oficina de UITP en la Ciudad de México que comenzó operaciones en junio de 2021, es responsable para México y Centroamérica, señala que la Asociación Internacional de Transporte Público cuenta con otra oficina para Estados Unidos y Canadá, y una más para el resto de América Latina que se encuentra en Brasil.

“Nosotros en UITP comenzamos como una asociación de operadores de los tranvías que eran jalados por caballos hace 137 años”. Fundada el 17 de agosto de 1885, UITP apoya a los actores de movilidad urbana y defiende el desarrollo de transporte público y la movilidad sostenible, tiene presencia en más de 100 países y oficinas en 13 países.

“Nosotros comenzamos con el sistema más básico del transporte colectivo que fueron los caballos, y es algo que queremos y que siempre hemos querido, es acompañar a los operadores del transporte a los líderes a los transportistas a que vayan de acuerdo a las tendencias qué hay en el mundo, adaptarnos o morir”

Reconoce que la presencia de la mujer en el transporte público es muy reducida: “el sector siempre ha sido muy masculino. Yo comencé por amor, ya que mi esposo ha trabajado en transporte público casi toda su vida”

“Yo soy colombiana y cuando llegué a México me comencé a involucrar con empresas que venían a buscar posibilidades de negocios para el transporte urbano aquí en México”.

“Otro punto importante que me facilitó dar este salto, fue que yo vengo de Bogotá, nosotros como bogotanos Transmilenio cambió nuestra vida 180°, el BRT nos cambió la vida a las mujeres que ya pudimos ir a estudiar en total seguridad, movilizarnos, le cambió la estética a la ciudad. Bogotá se hizo una ciudad más amable gracias al transporte público, fue entonces cuando le tomé mucho cariño al transporte público y cuando llegué a la Ciudad de México con sus viajes interminables te das cuenta que es un tema muy importante”.

“En Bogotá los recorridos son más cortos, pero a veces llegan a ser de mayor tiempo, hay más congestión, las calles están menos adaptadas, aquí tienes congestión pero los coches avanzan aunque sea un poco, México tiene infraestructura más grande, pero las calles bogotanas no soportan la cantidad de autos qué hay circulando, y el efecto de “pico y placa” -hoy no circula-, propició que la gente comprara un segundo auto o una motocicleta, lo que incrementó el transporte privado en las calles, por lo que no fue una muy buena solución”.

La movilidad ha cambiado

Uno de los puntos que estamos analizando en UITP es el Home Office, que plantea ya no solo traslados de casa-trabajo, trabajo-casa, sino también otras actividades de ocio y recreación, “los patrones de movilidad han cambiado”.

El transporte privado

En todo el mundo estamos luchando los espacios entre peatones, bicis, motos transporte concesionado, transporte masivo, automóviles privados.

El adquirir un carro implica el concepto de propiedad, esta idea de que si tienes la propiedad de un carro te da cierta independencia, te da cierta libertad, entonces puedes manejar un poco mejor tus recorridos. Y eso es algo que también queremos cambiar, la propiedad de un carro no es la única opción.

La bici en el transporte público

Una parte -creo que suena algo filosófico- es promover el transporte concesionado y masivo, la idea es mejorar el uso del espacio.

Está padrísimo lo de las bicis, pero en la zona metropolitana del Valle de México es complicado y te puede servir para cierto trayecto, no para todo, y sobre todo para las mujeres que a veces tiene que acompañar alguna persona por cuestiones médicas, ir por sus hijos o al súper, y tampoco es factible para aquellos que salen muy temprano de su casa para llegar al trabajo, no van a arriesgarse a agarrar la carretera tan de madrugada o tan de noche, hay gente que le puede funcionar, y a otra que no le funciona, y por eso es importante la intermodalidad.